Si estás pensando en contraer matrimonio en los próximos meses, entonces es importante que sepas qué es la separación de bienes, para qué sirve e incluso cómo y a quién recurrir para tramitarla.
Conocer toda esta información te será de gran utilidad al momento de elegir el tipo de convenio económico que llevará la pareja. Bien sea, que quieran compartir sus bienes o no. Si más, te invitamos a descubrir todos los detalles más importantes sobre la separación de bienes.
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¿Qué es la separación de bienes?
Cuando se hace la separación de bienes se aplican una serie de normas que se conocen como régimen económico matrimonial. Las mismas estipulan que cada miembro de la unión tiene la libertad y pleno derecho de gestionar sus bienes por separado una vez formalizado el matrimonio.
Es decir, cada bien que posea o adquiera uno de los cónyuges no será considerado un bien común durante un proceso de divorcio. Por lo tanto, una separación de bienes incluirá cualquier propiedad siempre que esta sea solo de uno de los miembros.
Ahora bien, ocurre algo muy diferente con la vivienda que comparte la pareja como domicilio. En este sentido, aunque este inmueble esté bajo la titularidad de uno sólo, al ser el domicilio familiar, ambos serán responsables de este. Es decir, quien figura como propietario no podrá vender, traspasar o ceder el bien sin aprobación del otro.
Por otra parte, si durante un proceso de divorcio no es posible comprobar que el domicilio familiar pertenece a una de las partes, este será tratado como bien común. Por ende, será dividido a mitad para su posterior repartición. De ser necesario, se debe poner el bien en venta.
Otro aspecto importante que destacar, son las capitulaciones matrimoniales sin las cuales, un matrimonio no puede optar a la separación de bienes. Esta condición, se aplica en la mayoría de los estados de España excepto en Cataluña, Islas Baleares y Aragón.
Características principales de la separación de bienes
Una separación de bienes consta de dos características fundamentales y que también actúan como división para los intereses de una unión matrimonial. Es decir, aquellos bienes no comunes y las obligaciones que adquiere la pareja.
En el caso del patrimonio no común se incluyen todos aquellos bienes que pertenecen a un solo cónyuge. Estos no son considerados como ganancia matrimonial en caso de un divorcio. En otras palabras, los bienes son exclusivos del propietario y puede hacer uso de ellos sin tener que solicitar el consentimiento del otro.
Por otra parte, cuando se habla de las obligaciones se hace referencia a las responsabilidades y gastos en común que realizan los cónyuges. Aquí se especifica que, en caso de hijos, alimentación, educación y otros aspectos, ambos deben hacerse responsables en la misma medida.
Como, por ejemplo, los gastos por facturas médicas deben ser pagados entre ambos. Lo mismo aplica para deudas relacionadas con la familia y otros aspectos. Cabe destacar, que en el supuesto de que no exista algún acuerdo relacionado a las cargas familiares, quién tiene mayor ingreso deberá hacer frente a ello.
Es decir, deberá contribuir en un porcentaje mayor para garantizar el bienestar de los hijos. Si se inicia un proceso de divorcio, el domicilio matrimonial queda protegido como parte de esta condición.
¿Qué son las capitulaciones matrimoniales y cómo influyen en la separación de bienes?
Básicamente, se trata de un acuerdo o contrato que firman ambas partes y en el que se establecen las normas que se aplicarán en el régimen económico matrimonial. Este trámite se podrá realizar un año antes de la unión formal de la pareja o después, de acuerdo con las Leyes.
Esto quiere decir que si la pareja en común acuerdo decide que no hay una sociedad o que los bienes no serán compartidos, las capitulaciones se considerarán como separación de bienes. En caso de dividir por dicho régimen las propiedades durante el matrimonio, también se aplicarán las mismas condiciones.
Será de suma importancia contratar un despacho de abogados en Benidorm para solicitar la redacción del documento que luego debe ser entregado ante el notario. Por ende, la separación de bienes podrá ser acogida antes o durante el matrimonio como te lo explicamos a continuación.
Antes del matrimonio
La separación de bienes antes del matrimonio es la opción más recomendada, ya que a través de las capitulaciones se definen las normas y la forma en las que se dividirán las propiedades de la pareja. Estas directrices incluirán tanto las propiedades actuales como las futuras, si se llegase o adquirir.
Por lo tanto, la pareja se habrá acogido a la separación de bienes evitando así, inconvenientes futuros. Considerando la posibilidad de una separación en la que incluya la importancia de un abogado en un divorcio.
Después y durante el matrimonio
Cuando la separación de bienes es tramitada después de haber formalizado el matrimonio, es indispensable que exista un acuerdo entre ambas partes. Si uno de los dos no está conforme con las condiciones, la pareja no podrá acogerse a dicha separación.
Lo mismo ocurre si durante el trámite, a un bien no se le puede adjudicar la titularidad a uno de los cónyuges. Este pasa a ser un bien común y solo se podrá vender, si se quiere, con el consentimiento del otro.
Pasos para tramitar una separación de bienes
Como hemos mencionado, la forma más recomendada para acogerse a la separación de bienes es a través de las capitulaciones antes del matrimonio. Todo el proceso consta de algunos pasos muy simples. Estos son:
- Solicitar los servicios de un notario o abogado para redactar las capitulaciones.
- Una vez listo el documento, debe entregarse en la notaría dentro de un tiempo no mayor al año si la pareja aún no ha contraído matrimonio.
- Ambos cónyuges deben dirigirse hasta el Registro Civil para inscribirse y acogerse a la separación de bienes.
Llevando a cabo estos 3 pasos la pareja ya habrá cumplido el protocolo legal para aplicar este régimen dentro del matrimonio. Cabe destacar, que es un trámite que tiene un precio aproximado de 10 euros y se puede realizar en poco tiempo.